Nací en un hogar católico y cuando llegué a este país creía que yo tenía Fe. Para dejar tu Patria, enfrentarte a una vida nueva en otro país a los 40, asumir el reto de ser inmigrante y cumplir tus sueños se necesita mucha Fe, esta entendida mas allá de la religiosidad y yo tuve que reconstruir la mía.