2020 El Gran Aprendizaje
Este 2020, ha sido un año de gran aprendizaje. El covid nos ha puesto la muerte en frente para desarrollar un poco más de consciencia. El paso por esta vida debe seguir sin el botón del automático. Nuestras relaciones, nuestro trabajo, nuestra salud, nuestra economía, lo que pensamos, lo que decimos y cómo lo decimos, lo que sentimos y lo que hacemos en cada uno de nuestros roles, deben de eliminarse del automático. Es importante reconocer e identificar cuándo y cuánto tiempo estamos en automático. La vida es Aquí y Ahora. El pasado es incambiable, el futuro no existe, lo único real, es el presente. Por eso hay que amar y sentir en todas sus formas, gozar de la vida como me lo ha enseñado mi amiga Stella V., una amistad de más de 40 años. Unirnos en dúos de carcajadas hasta que nos salgan lágrimas como con ella hasta que nos duela el risorio. O también como lo hice con mi prima Leydi Celina cuando nos vimos en Canadá hace dos años. Las dos, revivimos nuestra memorias de niñas y recordamos que mi apodo en esa época era “risitas de oro”.
Y Asumimos el reto de apropiarnos de la Tecnología
Este año y gracias al uso positivo de las redes sociales, hemos estado más en contacto y más creativos. Hemos realizado videos, audios, video llamadas individuales y colectivas, textos, podcasts, etc.
Este año, el año donde todo cambió. Inició con el reto de apropiarnos de la tecnología aprendiendo a usar nuevas plataformas tanto por exigencias en nuestros trabajos como para tener encuentros virtuales con nuestros familiares y amigos. Este año por la pandemia, tuvimos la obligatoriedad del uso y la apropiación de la tecnología, nos “movieron el piso” como me lo dijo mi amiga Diana V. Ella se atrevió a decir algo que me estaba aplastando y que yo no me atrevía a reconocer. Con sus palabras y sin saberlo, abrió mi canal de entendimiento. Al explicitarlo pude aceptar mi impotencia, mi frustración, mi vergüenza y mi miedo hacia este gran “monstruo” que es la tecnología. Pude expresar lo que yo sentía y que no me atrevía a compartir, porque pensé que era la única.
Más Imaginación, más Acción
El aislamiento nos ayudó a usar más nuestra imaginación y nos obligó a convertir la tecnología en nuestra aliada. Unos iniciaron trabajo o negocios desde casa, otros le dieron un revolcón a sus negocios tradicionales, que de todas maneras necesitaban tener presencia en las redes. Lo que no cambió o se acabó, se reforzó. Como el amor, la unión familiar, los lazos de amistad, la bondad, la generosidad, la solidaridad y el deseo de apoyar “la causa”.
El Covid y el Agradecimiento
Agradezco todas las veces que me he podido reunir virtualmente con familiares y amigos para vernos y celebrar la vida mientras me recupero del covid. Agradezco sus chistes, sus oraciones, sus mensajes de aliento para mí y mi familia. También agradezco sus llamados de atención para crear conciencia frente a la educación o para que tengamos otra visión en cuanto a la política. Eso es la vida. Eso es aportar a la convivencia, al aprendizaje, al crecimiento personal. Hoy más que nunca, hemos aprendido en el año donde todo cambió, que es inminente respetar la vida del otro y cumplir con lo que nos corresponde como seres humanos: hacer consciencia de la responsabilidad individual en esta pandemia. Este año yo he aprendido mucho más que a lo largo de toda mi vida. Este año nuestra historia se partió en dos: antes y después del covid. Si estás leyendo este escrito, es que al igual que yo eres un sobreviviente del covid en el año donde todo cambio. ¡Proyecta tu Bienestar para Celebrar tu Vida! Felices festividades con mucha salud y abundancia.