Una clave para entender mejor nuestros hijos adolescentes frente a las manifestaciones de su sexualidad es recordar como fue la nuestra. Seguramente cuando eras una adolescente, te gustaban todos los jovencitos y jugabas con ellos para tener el gusto de verlos o al menos soñar con rozarles la piel. Es importante que como padres de familia estemos alertas y consientes de qué etapa del desarrollo están viviendo nuestros hijos para estar atentos a apoyarlos.
Si viviste una adolescencia sin ningún tipo de apoyo y cometiste errores y hoy no quieres que tus hijos adolescentes pasen por ello, ten en cuenta:
- Es importante que tengan buena comunicación contigo,
- Es fundamental que tengan una persona en quien confiar y
- Que tengan caracter y determinación al momento de tomar decisiones.
La buena comunicación te dará la oportunidad de que ellos realicen comentarios a cerca de lo que están viviendo en su sexualidad y tu tendrás la opción de re-direccionarlos si es necesario.
Si tus hijos adolescentes te buscan para hablar de sexualidad, es porque confían, BINGO! Evita la cantaleta y juzgarlos, si no tienes la respuesta, se honesta pero busca apoyo.
Por tu experiencia de vida, sabes que muchos errores cometimos por no tener caracter al momento de tomar decisiones que estaban relacionadas con nuestra sexualidad, por eso es importante que tengas claro y les refuerces que las decisiones que hoy enfrentan afectaran su proyecto de vida.
Hoy con un poco más de medio siglo de vida, sigo confirmando que los adolescentes siguen necesitando espacios para hablar acerca de su sexualidad en familia y las familias aún no saben como enfrentar “ciertas”preguntas. Con todas las carencias y las experiencias que vivimos en nuestra adolescencia es injusto que a nuestros hijos le neguemos la oportunidad de que expresen las inquietudes e interrogantes frente a la sexualidad. Podemos crear ambientes de confianza donde con una comunicación clara y efectiva les proporcionemos seguridad a nuestros hijos, ademas espacios para hablar abiertamente y así evitarnos los famosos “dolores de cabeza”.