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¿Sabías que los problemas tienen un tamaño? Dirás que son intangibles, que no los puedes medir. De tu actitud positiva o negativa de ver la vida, dependerá el tamaño de ellos. Los problemas se hacen grandes o pequeños en virtud del tiempo que tu dediques a pensar en ellos. Si gastas muchas horas pensando en tus problemas, tus problemas crecerán, le estarás dando mas poder para que te agobien. Si dejas que de tu mente pasen los problemas a afectar tu cuerpo físico, lo habrás dejado sin control, como sucede cuando una preocupación con lleva a una diarrea, mal genio o un ataque al corazón. Esto sin querer decir que sea fácil con vivir con los problemas.
Lo que deseo que aprendas hoy para tu nuevo proyecto de vida es que la energía que gastas pensando en el problema debes mejor invertirla en solucionarlo. Es como una relación financiera, los gastos no retornan en cambio las inversiones se capitalizan y siempre vas a obtener ganancias. Si deseas lograr tu bienestar, es un buen inicio darle a tus problemas el tamaño que tienen, ni mas que los magnifiques y terminen aplastándote, ni menos que hagas caso omiso a tu responsabilidad para solucionarlos.