Hace aproximadamente dos meses tuve una emergencia dental , el resultado fue la extracción de uno de mis molares, en verdad este no es el tema que deseo desarrollar en este escrito pero si fue el que me motivó a hacerlo.
Me recomendaron un odontólogo muy bueno y encontré curioso el nombre del sitio “Gentle Dental” sabía lo que significaba la palabra gentil y en Ingles encontré esto “persona con temperamento o comportamiento bondadoso, tierno, simpático, considerado, comprensivo, compasivo, benevolente, bondadoso” Este odontólogo hace honor al nombre de su establecimiento y a pesar del trauma que puedas estar pasando lo suaviza con su manera de tratar a los pacientes. Este escrito tampoco es para recomendar sus servicios porque de hecho se “vende” solo.
La palabra gentileza tuvo gran connotación hasta el siglo XIX pero lo que no puede pasar es que no solo entre en desuso sino que su significado se pierda. Gentileza según la Real Academia Española significa “ urbanidad, cortesía” y ser gentil sugiere ser agradable, amable. He tenido experiencia en el campo de la educación y ahora en el campo de la salud y a diario me encuentro con que se ha perdido la palabra y los comportamientos humanos están “marcados” con altas dosis de falta de gentileza. No solo de los maestros a los estudiantes, de los trabajadores de la salud hacia los pacientes, sino también entre las familias.
El título sugiere que recuperemos el significado de educar con gentileza y ser gentil en lo que hacemos. Más que retomar la palabra como parte del vocabulario es vivir la gentileza. Educamos con el ejemplo, si un esposo es gentil con su esposa y viceversa, esto es lo que van a aprender los hijos. Si un maestro es gentil con sus estudiantes, sin distingos, este será el ejemplo que “vende” como modelo para sus alumnos y se verá reflejado en la sociedad.
Como padres de familia y profesores es nuestro deber retomar una educación con base en la gentileza. No es tan romántico pensar en que podemos tener una sociedad mejor, simplemente es tomar la decisión de ser gentil, un padre de familia puede pedir el favor a sus hijos, a su pareja y viceversa. Un profesor puede ser gentil al hablar con sus estudiantes, con los padres de familia o al aplicar algún tipo de correctivo. Es fácil pensar que si decides educar y referirte a otros con gentileza, eso sera lo mismo que recibirás.