Hace algunos años observé que un cajero automático de un renombrado banco había colocado este mensaje: “Just be You. June is LGBTQ Pride Month”, esto traduce “Sólo se Tú. Junio es el mes del orgullo de LGBTQ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero y los que aun están en preguntas). Reconocer el mes de Junio como el mes del orgullo LGBTQ, nos brinda la oportunidad de iniciar el proceso de sensibilización hacia esta minoría dentro de nuestra comunidad. Cada vez es mas común trabajar con algún compañero de la comunidad LGBTQ o enterarnos que algún familiar tiene un hijo(a) gay. Muy seguramente puedes tener un hijo, un familiar, un amigo, un vecino, un cliente, un estudiante, un compañero de trabajo gay. Este tipo de campañas nos ayudan poco a poco a entender que la comunidad LGBTQ necesita sentirse aceptada y reconocida como seres humanos valiosos que son. Ellos tienen las mismas necesidades físicas, emocionales y espirituales que el resto de mortales y es primordial que puedan sentirse orgullosos de su identificación sexual.
Pensar que son menos sólo porque son diferentes a nosotros es un error garrafal. Cuando tengas frente a tí una persona gay y te sientas incómodo, piensa que puede ser tu hijo. El sentimiento que existe detrás de tu incomodidad y de tu rechazo, es la intolerancia. Si hoy amas a tu hijo intensamente y mañana te confiesa sus tendencias sexuales y tú lo rechazas, te pregunto a ¿Dónde se fué el amor tan grande que sentías por él o ella? En ocasiones, es el EGO herido de nosotros como padres de familia, lo que nos ciega y nos limita para demostrar el afecto. El verdadero amor hacia ellos se demuestra con el apoyo para que sean felices.
La masacre de Orlando, Florida el 12 de Junio 2016 debe seguir llamando nuestra atención. Siempre que ocurran este tipo de eventos y esperemos que no vuelvan a ocurrir, se demuestra que a pesar de encontrarnos en pleno siglo XXI, no hemos aprendido a convivir como seres humanos racionales. Sigue siendo necesaria más pedagogía en la casa, en la escuela y en nuestra sociedad. Todos desde nuestros diferentes roles, podemos contribuir a explicar las consecuencias de la intolerancia. Ademas de aprender a respetar los seres humanos a pesar de nuestras diferencias. La pedagogía del amor, sera la mejor arma para combatir la intolerancia. El amor es el sentimiento que nos permite entender al otro, aceptarlo y respetarlo aunque sea diferente a nosotros.
Lo único que nos queda es vivir de manera consiente para que podamos entender, valorar, respetar y amar sin restricciones a toda nuestra comunidad LGBTQ.