Hace varios días que tenía este título rondando mi cabeza por esto de que muchos de nosotros hemos sido criados bajo este esquema: La Cantaleta. La he denominado una enfermedad por que considero que para nada es saludable y como estrategia para comunicar es la más contraproducente. Lo que quiero mostrarte hoy es que sí tiene cura.
Recuerdo cuando era niña, la cantaleta hacía parte de mi diario vivir. Mi abuela materna y a su vez mi madre replicaron esta manera insana de comunicar hasta el punto de que uno no quería estar en casa, a veces era preferible el castigo físico ya que la cantaleta te dejaba sin autoestima. Preguntando a mis compañeros de trabajo de diferentes nacionalidades, me encuentro con que la denominan de diversa manera por ejemplo los cubanos le llaman tiqui-tiqui, pero en si es la misma dañina cantaleta.
La cantaleta es un sermón repetitivo donde el oyente escucha la primera ronda y después simplemente el oído se bloquea. En cambio de obtener una respuesta positiva o el objetivo que se pretende en esa comunicación, lo que se logra es rechazo y el deterioro de la relación llámese, padres, esposos, hermanos, abuelos, etc. Siempre tuve conciencia de que no me gustaba esa forma de comunicar y cuando fui madre decidí que nunca lo haría. Cuál fue mi sorpresa cuando uno de mis hijos me hizo caer en cuenta de que yo estaba cantaletosa, recuerdo que me dijo: “madre estás igual de cantaletosa a mi abuela”. Después de escuchar esa frase decidí romper con ese esquema.
Cómo curarse? Con base en mi experiencia, considero que la mejor manera de curarse es:
1. Identifica y acepta si eres cantaletoso.
2. Evalúa si ha sido productivo ser criado bajo cantaleta.
3.Desarrolla un nivel de conciencia para no repetir el mismo esquema.
4.Aprende a decir las cosas una sola vez
1.Identifica y acepta si lo eres te ayudará a iniciar el cambio. Tienes dos posibilidades: ¡Escúchate! Debes estar atento a escucharte, generalmente lo hacemos para los otros, pero no a nosotros mismos. Si te es difícil escucharte y aceptar tu debilidad, pregúntale a los que están a tu alrededor si eres cantaletoso y te sugiero que estés abierto a aceptarlo. Con estas dos formas lograrás identificar e iniciar tu cambio.
2. Evalúa si ha sido productivo ser criado bajo cantaleta. Si ya haz confirmado que eres cantaletoso, evaluar los beneficios de la cantaleta a tu crianza te ayudará a entender que no te trae ninguna ganancia, seguramente cuando eras niño evitabas visitar a tu abuelita o tu tía o simplemente lo hacías por obligación. Si algo no te aporta, debes desecharlo.
3.Desarrolla un nivel de conciencia para no repetir el mismo esquema. Este puede ser el punto de mayor exigencia, con un nivel de conciencia más alto lograrás pensar antes de hablar, escucharte y analizar que si continuas con la cantaleta te quedarás solo. Recuerda que la cantaleta es inversamente proporcional al logro del objetivo que deseas obtener con la comunicación, a más cantaleta menos atención.
4.Aprende a decir las cosas una sola vez. Si desde el punto anterior haz entendido que quieres continuar construyendo relaciones positivas, que deseas continuar con compaña y que lo único que la cantaleta genera es un ambiente hostil, entonces aprenderás a decir las cosas una sola vez. Recuerda que las personas a tu alrededor son inteligentes además si dices las cosas una sola vez, los otros percibirán tu cambio, reaccionarán diferente y obtendrás tus objetivos en la comunicación.
Como toda cura, requiere un alto nivel de conciencia, es igual que si tienes diabetes, debes llevar una dieta estricta, lo mismo ocurre para evitar la cantaleta. Si nunca te gusto vivir en una familia cantaletosa por qué continuar de manera automática repitiendo ese esquema? Si hay una orden que necesites dar o si algo resulto mal, aprende a evaluar la situation y/o los diferentes eventos en familia y realiza las recomendaciones de manera clara, efectiva y una sola vez. Podrás observar como la energía fluye mejor, las personas a tu alrededor desearán compartir más tiempo contigo en vez de evitarte y podrás construir relaciones de más calidad, al final habrán ganado todos.