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Hay una gran ventaja en estas claves, sirven tanto para los inmigrantes en los Estados Unidos como para las realidades que vivimos todos los seres humanos en nuestros diferentes países. En este país donde existen las cuatro estaciones, donde por obligación debemos comprar diferente clase de vestuario para cada estación y por ende al terminar cada una de ellas encontramos diferentes clases de ofertas, se hace bastante difícil dejar de contagiarse con la compulsión por comprar, pero no debes dejar que el consumismo afecte tu bienestar y tu proyecto de vida.
Estas son mis recomendaciones:
1. Compra sólo lo que necesitas: esto aplica tanto para la comida como para el vestuario.
2. Realiza una lista de tus compras y ajústate a ella: con el listado ayudarás a optimizar tu tiempo y tu dinero.
3. Maneja como máximo tres tarjetas de crédito: en este país donde a diario y por correo te ofrecen diferentes tarjetas de crédito, debes estar muy claro para no caer en “la trampa” de recibirlas todas y esclavizarte con los pagos.
4. Tus tarjetas de crédito deben permanecer en tu clóset: ¿dirás que sentido tiene, tenerlas y no usarlas? El alejarlas de tí, te permitirá hacer conciencia de no extralimitarte con ellas y usarlas en casos necesarios, caso contrario podrías convertirte en comprador compulsivo sino es que ya lo eres.
Es fácil caer en el consumismo y es difícil salir de él con un buen balance en el banco. Si en este proceso de cambio, de desaprender y re-aprender nuevos elementos para alcanzar tu bienestar, logras disminuir o eliminar el consumismo, tu vida dará un giro de 180 grados.